En el camino encontramos personas de culturas diferentes que viven en maravillosos lugares en condiciones duras. Personas con los mismos anhelos que cualquiera de nosotros, que no lamentan las dureza con que les trata sus circunstancias, muy al contrario, enfrentan cada nuevo amanecer llenos de energía y alegría, trabajan codo con codo y su horizonte siempre es amplio. En este caso me refiero a los Bribri.